Un fin de semana glorioso con una extraordinaria sorpresa final

Las cosas son como son. Hay días y días, fines de semana, momentos de todas clases. Este fin se semana me ha tocado especial. Con razón puedo decir que ha sido glorioso y con muchos motivos para dar gracias a Dios.

El primero, sin duda, los cinco años que llevo enredando por esta querida Sierra Norte de Madrid. El 12 de noviembre del 2017 me hice cargo oficialmente de estas parroquias. Quizá en esta semana dedique un post a lo que han sido y están siendo estos años. Simplemente adelantar que Dios fue grande conmigo trayéndome aquí. 

El segundo motivo para dar gracias ha sido la visita pastoral que, en nombre del señor cardenal – arzobispo, ha realizado a las tres parroquias D. José Cobo, obispo auxiliar de Madrid. 

D. José Cobo es un obispo cercano, cordial, que sabe estar y empatizar con la gente. Su presencia en las tres parroquias fue explicar el sentido de la visita pastoral: animar y escuchar las necesidades y los deseos de los fieles y ayudarnos a sentirnos más Iglesia diocesana de Madrid, cosa que se agradece cuando nos encontramos a 80 km. de la capital. 

Las personas que pudieron estar presentes, primero en el encuentro con los fieles y luego en la eucaristía, quedaron encantadas. Agradezco también el buen estar del vicario episcopal, D. Juan Carlos Vera que, además, tuvo que cargar con el trabajo de ser el secretario de la visita.

Vaya peloteo, D. Jorge. Ni peloteo ni leches. No es mi costumbre y lo saben. Si no hubiera quedado conforme con la visita lo tenía tan fácil como callarme. Como creo que fue bien, y yo al menos me sentí muy bien, lo cuento. Así de sencillo.

No. No he terminado de dar gracias a Dios, porque la visita pastoral alcanzó también a la parroquia de san José de la Sierra, que así se lo dije al señor obispo al llegar a la parroquia de Braojos. Además de presentar la realidad de la parroquia de san Vicente mártir, quise que supiera de la parroquia de san José de la Sierra. Algunos fieles virtuales se quisieron hacer presentes en carne mortal y dieron su testimonio. 

Y sigo con la parroquia virtual, porque en la la misa de la visita pastoral tuvimos confirmaciones, entre otros, la de un feligrés de san José de la Sierra que, además, entra ahora como postulante en una orden monástica. ¡Gloria a Dios!

Supongo que entienden lo del fin de semana glorioso. Yo estoy que me salgo. 

Fotos de la visita, en Braojos y Piñuécar:

(Se pueden agrandar haciendo clic sobre ellas)

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